Sacyr se convierte en otra Metrovacesa: su escaso 'free float' y un 10% del capital en préstamo disparan el valor
El subidón de Sacyr Vallehermoso alcanza dimensiones estratosféricas: ayer se disparó el 15,21%, acumula un 27,35% en tres sesiones y alcanza ya una revalorización en 2006 del 162,14%, la mayor del Ibex.
Según la Bolsa de Madrid, hay 29,138 millones de acciones de Sacyr en préstamo, lo que supone el 10,24% de su capital (compuesto por 284,636 millones de títulos). La citada modalidad de préstamo de valores se utiliza para tomar posiciones bajistas en bolsas: se piden acciones para venderlas, luego recomprarlas a un precio más bajo y devolverlas, ganando la diferencia.
Este porcentaje, ya de por sí enorme, tiene más importancia si cabe si tenemos en cuenta que el free float (capital que no está en manos de accionistas significativos) se reduce oficialmente a poco más del 25%. Pero a eso hay que añadir las posiciones de distintos fondos de inversión inferiores al 5% (por tanto, no comunicadas a la CNMV), que pueden ser bastantes. Y más aún: según fuentes del mercado, Demetrio Carceller puede tener bastante más de lo que aparece en la CNMV. Él figura como accionista individual, así como cuatro de sus hijos, además de las participaciones indeterminadas que poseen Corporación Damm y Disa Petróleos, de las que es máximo accionista y presidente. Sumando todo esto, el capital flotante real puede ser inferior incluso a ese 10% que está en préstamo, según distintas fuentes del mercado.
Por tanto, nos encontramos con el mismo problema que Metrovacesa: hay más acciones prestadas que en circulación, con lo que, quienes quieren vender –normalmente hedge funds y carteras muy agresivas- no encuentran títulos para recomprar y deshacer sus posiciones. En consecuencia, si quieren comprar tienen que subir mucho su precio, lo que explica el subidón del valor en las últimas jornadas.
Según un gestor, esta operativa comenzó a raíz de la entrada de Mutua Madrileña en la constructora, a principios de octubre. Muchos inversores pensaron que, una vez desaparecida la presión alcista de las compras de esta aseguradora, con operaciones en ciernes a priori negativas –la entrada en Repsol, la cantidad desorbitada pagada en la puja por Europistas- y con una recomendación de venta del consenso de analistas, el valor tenía que bajar.
Pero no fue así. Y ahora la continuidad de la subida está obligando a deshacer las posiciones bajistas para que las pérdidas no se disparen.
En todo caso, esta situación tiene muy mal arreglo, al igual que ocurre en Metrovacesa. Nadie puede obligar a los accionistas a vender; de hecho, “nadie quiere vender, en todo caso la gente está dispuesta a comprar más”, asegura un operador de un importante broker.
Tampoco se puede obligar a Sacyr a realizar una ampliación de capital para dar más liquidez al valor. Por tanto, la situación actual puede enquistarse. Y mientras tanto, crecen las peticiones para que la CNMV adopte algún tipo de regulación para controlar el préstamo de valores.
Mi comentario: Es tan ridículo que pidan controlar el préstamo como que pidieran controlar la compra de warrants o acciones. Cada cual, cuando se mete, ya sabe (o debe saber) el riesgo que asume... no veo por qué, si les sale mal, ha de acudir la CNMV en su auxilio, cuando a los accionistas de Terra no les auxilió nadie.
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