Estados Unidos y los mercados emergentes
El FMI ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento de la economía mundial, 5,1% en 2006 y 4,9% en 2007, un cuarto de punto más que en el anterior informe de seis meses antes.
De momento, las economías emergentes han aguando bastante bien los primeros envites y sus previsiones de crecimiento se encuentran con las mayores tasas para 2006 y 2007. A nivel coyuntural les beneficia el posible final del ciclo alcista de tipos en Estados Unidos, el elevado precio de las materias primas y un escenario de suave desaceleración del crecimiento mundial.
Mientras que a nivel estructural, son muchos los países que ha adoptado una política económica más ortodoxa, lo que les ha permitido mejorar sustancialmente sus ratios de liquidez y solvencia y prepararse para un contexto menos favorable en el futuro.
Además, en muchos países las necesidades de financiación para 2007 están prácticamente cubiertas y estos síntomas de mejora han llevado a las agencias de rating a mejorar su calificación crediticia y a que su prima de riesgo se haya situado a tan sólo 200 puntos básicos frente a los activos sin riesgo.
Por otra parte, el entorno favorable para estos mercados está muy ligado al momento por el que atraviesa la economía mundial, y muy especialmente Estados Unidos. En el supuesto de un aterrizaje suave, la moderación del consumo puede tener un efecto beneficioso sobre el enorme déficit en la cuenta corriente y una gradual depreciación del dólar. Si, por el contrario, el aterrizaje no es tan suave, un brusco ajuste para corregir los desequilibrios puede poner fin a uno de las mejores momentos que han vivido los mercados emergentes en las últimas décadas.
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