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05 diciembre 2006

Hacienda dice “no” a los certificados, pese a que la CNMV también los apoya

Con Hacienda hemos topado. La batalla de los bancos de inversión extranjeros y el propio BME para lanzar los certificados en España se ha encontrado, de momento, con la negativa de Hacienda a cambiar la fiscalidad de estos productos, la condición sine qua non para su desarrollo. Eso, a pesar de que hasta la CNMV ha dado su apoyo explícito al producto.

Francisco José Delmas, secretario general de Tributación de las Operaciones Financieras, negó a El Confidencial que esta modificación fiscal vaya a incluirse en el Real Decreto que verá la luz en los próximos días para desarrollar la normativa sobre retenciones de la reforma fiscal.

Por tanto, el deseado cambio de fiscalidad no se adoptará –si es que se adopta- hasta que se apruebe un segundo Real Decreto con todo el desarrollo reglamentario de la nueva Ley del Impuesto sobre la Renta. Algo que ocurrirá durante el próximo año, aunque sin fecha fija a priori. Si tomamos como precedente lo ocurrido con los hedge funds en el reglamento de inversión colectiva, los emisores de certificados pueden sentarse a esperar.

El problema, la retención

El gran impedimento para el desarrollo de los certificados es que tienen retención fiscal, que será del 18% con la nueva Ley. La exigencia de retener en la venta de un producto y la burocracia que ello apareja imposibilitan un mercado líquido y dinámico; de ahí que se eliminara en el caso de los ETFs (fondos cotizados). De hecho, los certificados y los pagarés son los únicos productos cotizados que todavía soportan retención. Algo que ya no ocurre en ningún otro país de nuestro entorno.

Los certificados son valores que replican el movimiento de otro activo, que puede ser un índice bursátil, acciones individuales, bonos, divisas, materias primas, fondos de inversión... Además, cotizan en bolsa, lo que permite comprarlos y venderlos en cualquier momento. Son parecidos a los ETFs, pero no se trata de fondos, sino de títulos como los bonos o las acciones. Su gran éxito en Europa se deriva de su enorme flexibilidad, que les permite limitar el riesgo de caídas del subyacente o multiplicar sus ganancias.

Paradójicamente, la fiscalidad es lo que ha disparado su negociación en Europa y lo que puede darles el espaldarazo en España. Según explica Sabas de Hoces de Deutsche Bank, hasta ahora este tipo de activos tributaba al tipo marginal de cada contribuyente, lo que le hacía mucho menos atractivo que cualquier otro producto; pero a partir de enero lo hará al 18%, como todas las inversiones. Pero esa gran oportunidad que se abre dependerá de la supresión de la retención a cuenta.

Apoyo de la CNMV

La negativa de Hacienda resulta más chocante cuando los bancos de inversión que han iniciado esta cruzada –Société Générale, BNP Paribas, Deutsche Bank, ABN Amor y UBS, principalmente- y el holding de mercados BME han encontrado un aliado de gran peso: la CNMV.

En efecto, el director general de Mercados e Inversores del organismo supervisor, Ángel Benito, mostró su apoyo explícito en unas jornadas sobre fiscalidad celebradas la semana pasada por BME: “No tiene sentido que el tratamiento fiscal de los certificados sea diferente a la de los ETFs”, aseguró.

Para argumentarlo, Benito aludió a la directiva europea de folletos, que permite que cualquier activo que se registre en otro país europeo pueda comercializarse directamente en España, sin distinguir entre ETFs o certificados. “Si los trámites de registro y el folleto son los mismos, lo lógico es que la fiscalidad también lo sea”, concluyó.

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