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31 enero 2007

Las comisiones de los siete mayores fondos de España se comen la mitad de su rentabilidad

10 de noviembre de 2005

Los grandes Fondos de Inversión en Activos del Mercado Monetario (Fiamm) de los principales bancos y cajas son los que más partícipes tienen en España, con cerca de un millón de inversores en total. Son un excelente instrumento financiero, pero no para los particulares, sino para sus promotores, ya que estos vehículos son máquinas de generar ingresos recurrentes. Todos cobran el 1% máximo permitido por comisión de gestión. Estas mismas entidades tienen también productos similares, más baratos y, por tanto, rentables, pero sólo para altos patrimonios y con fuertes barreras de entrada.

Los Fiamm clásicos tienen muchos años de antigüedad y fueron de los 50 primeros en registrarse de los más de 2.000 fondos que hay en la CNMV. Son BBVA Dinero, SCH Monetario Fondtesoro, Fondmadrid, AC Cuenta Fondtesoro, Ibercaja Dinero, Foncaixa 7 Renta Fija CP, o Eurovalor Dinero, este último, de Banco Popular. Todos tienen la comisión máxima permitida, que resta, por lo menos, el 50% del retorno. Es decir, de cada dos euros que gana el gestor, uno es para la comercializadora.

Ninguno de estos productos citados, que suman unos 800.000 partícipes en conjunto, supera el 1% acumulado en el año y terminarán el ejercicio con esa rentabilidad o por debajo. Tampoco aparecen entre los mejores por rendimiento dentro de su categoría, donde están otros productos monetarios con comisiones mucho menores, como Renta 4 Eurocash (0,10%), de gestora no bancaria, Bankinter Dinero 4 (0,10%) o Bankpyme Multidinero (0,25%). Estos dos últimos ya tienen algo de truco. El de Bankinter aplica una suscripción mínima de 600.000 euros. El segundo, de 10.000, que no es estratosférica pero, desde luego, tampoco es asequible para todos los inversores.

Fondos para ricos y fondos para pobres

El modelo de imponer fuertes cantidades de entrada lo llevan a cabo las grandes firmas. Sólo algunas gestoras no bancarias, como la Mutua, Abante, Gesprofit o Fonditel, por ejemplo, tienen fondos monetarios con baja comisión y sin inversiones mínimas altas.

Por ejemplo, para entrar en el fondo BBVA Dinero II, que gana claramente más que BBVA Dinero, pero que es un calco de éste, hay que desembolsar como mínimo 25.000 euros. Su comisión ya es del 0,65%. Lo mismo vale para Madrid Fond Oro, que solicita 120.000 euros como entrada, aunque sólo cobra un 0,50%, o Foncaixa Dinero 77, que cobra un 0,55%, pero en el que es necesario desembolsar como mínimo 6.000 euros. Todos superan con mucha claridad la rentabilidad de los Fiamm abiertos.

No en vano, un fondo como BBVA Dinero, que con 7.100 millones de euros es el mayor de España por patrimonio y también por clientes, con más de 325.000, según datos de Morningstar e Infobolsa, es una máquina de generar ingresos recurrentes para el banco. Con un 1% de gestión y un 0,10% de depositaría, ingresa en las arcas de la entidad más de 70 millones al año. Los demás fondos citados tienen todos capitales superiores a los 1.000 millones de euros.

Atrás quedaron los años con tipos de interés altos, en los que estos fondos ofrecían retornos anuales del 10%, con ningún riesgo. Ahora, con la mínima remuneración al ahorro y estas estructuras de comisiones, están a años luz de las cuentas on line, por ejemplo. Sin embargo, las redes comerciales siguen funcionando a la perfección. Muchísimos clientes no abandonan esos fondos por comodidad, aunque también hay otros que acumulan participaciones libres de cargas fiscales.

Garantizados en pérdidas

Pero el peso de las comisiones de los fondos es un auténtico lastre para el inversor. Esto está llegando incluso a los Garantizados. Recientemente, ha vencido Banesto G Premium Global, un producto que aseguraba el 95% del capital a cuatro años, más la rentabilidad media mensual de dos fondos, de Schroder y JP Morgan.

Banesto G Premiun Global ha vencido después de cuatro años con una TAE del –0,35%. La pérdida acumulada ha sido del –3,3%, aunque la premisa de mantener el 95% de la inversión inicial prometida en el folleto “se ha cumplido”, tal como informa la gestora. Este fondo cobraba un 2,25% anual de gestión.

Teniendo en cuanta que partió con un capital de unos 6 millones de euros, ha generado a la gestora unos ingresos superiores al medio millón de euros. El cliente ha terminado peor de como empezó. Es sólo un ejemplo, pero las grandes gestoras dependen de grupos bancarios que no rebajarán, si no es inevitable, una fuente de ingresos recurrentes, como son determinados fondos con una gran masa crítica. Salvo que empiece una no deseada guerra de comisiones.

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