Google
 

19 febrero 2007

DRM en Windows Vista

DRM en Windows Vista

Por Bruce Schneier

Windows Vista incluye un lote de "funcionalidades" que usted no desea. Estas funcionalidades hacen a su ordenador menos confiable y menos seguro. Harán a su ordenador menos estable y lo harán funcionar más despacio. Causarán problemas de soporte técnico. Podrían incluso requerir que usted actualizase algunos de sus periféricos y el software de que ya dispone. Y esas funcionalidades no harán nada útil. De hecho, funcionan en contra suya. Son las funcionalidades de gestión de derechos digitales (DRM) incorporadas en Vista por orden de la industria del entretenimiento.

Y usted no puede rechazarlas...

Los detalles son bastante técnicos, pero básicamente Microsoft ha reelaborado gran parte del núcleo del sistema operativo para añadir tecnología de protección anticopia para los nuevos formatos de medios, como los discos HD-DVD y Blu-ray. Ciertas vías de salida de alta calidad (audio y vídeo) son reservadas para dispositivos periféricos protegidos. A veces la calidad de salida es degradada artificialmente; a veces la salida se impide por completo. Y Vista consume permanentemente tiempo de CPU monitorizándose a sí mismo, intentando averiguar si usted hace algo que él piensa que no debería hacer. Si lo hace, limita la funcionalidad y en casos extremos reinicia sólo el subsistema de vídeo. Todavía no conocemos los detalles exactos de todo esto y su alcance real, pero no tiene buen aspecto.

Microsoft pone en Vista todas estas características que recortan la funcionalidad porque quiere adueñarse de la industria del entretenimiento. No es así como Microsoft lo presenta, por supuesto. Afirma que no tiene elección, que es Hollywood quien exige DRM en Windows para poder permitir "contenidos premium" (significando nuevas películas que todavía producen ganancias) en su ordenador. Si Microsoft no entrara en el juego sería relegado a un estatus secundario, porque Hollywood retiraría su apoyo a la plataforma.

Nada de eso tiene sentido. Microsoft podía fácilmente haber dicho a la industria del entretenimiento que no iba a recortar deliberadamente su sistema operativo, lo tomas o lo dejas. Con el 95% del mercado de sistemas operativos, ¿a qué otro recurriría Hollywood? Por supuesto, los Grandes Medios han estado impulsando DRM, pero recientemente algunos -Sony, tras su debacle de 2005, y ahora el grupo EMI- se lo están pensado otra vez.

De lo que las empresas de entretenimiento se están dando por fin cuenta es de que DRM no funciona, y tan sólo molesta a los consumidores. Como cualesquiera otros sistemas DRM que se hayan inventado, el de Microsoft no evitará que los piratas profesionales hagan copias de lo que quieran. Por supuesto, Microsoft lo parcheará, pero el sistema parcheado acabará roto también. Es una carrera armamentística, y los defensores posiblemente no puedan ganar.

Creo que Microsoft sabe esto y que también sabe que no importa. No se trata de parar a los piratas y al pequeño porcentaje de gente que descarga películas gratis desde Internet. Ni siquiera se trata de que Microsoft intente complacer a sus clientes de Hollywood a expensas de nosotros, que pagamos por el privilegio de utilizar Vista. Se trata de una abrumadora mayoría de usuarios honestos y de quién posee los canales que les distribuyen. Y aunque podría haber empezado como una ascociación, al final Microsoft va a acabar obligando a las empresas de películas a vender contenido en sus formatos propietarios.

Ya hemos visto esta trampa antes: Apple la utilizó en la industria de la grabación. Al principio iTunes funcionaba en asociación con los principales sellos de grabación para distribuir contenidos, pero pronto Edgar Bronfman Jr. descubrió que no era capaz de imponerle un modelo de precios a Steve Jobs. Lo mismo ocurrirá aquí; una vez que Vista esté firmemente asentado en el mercado, Howard Stringer, de Sony, no podrá imponerle precios o condiciones a Bill Gates. Esta es una guerra por la distribución de películas en el siglo XXI, y cuando el polvo se asiente, Hollywood no sabrá qué les golpeó.

Para ser justos, la semana pasada Steve Jobs se pronunció públicamente contra los DRM para música. Es una postura razonable, ahora que Apple controla el mercado de la distribución de música on-line. Pero Jobs nunca mencionó las películas, y él es el principal accionista individual de Disney. Hablar es barato. La auténtica cuestión es si permitiría de verdad que las compras en las tiendas de música de iTunes se reprodujeran en aparatos de Microsoft o Sony, o si se trata sólo de una inteligente manera de traspasar la culpa a los -ya odiados- sellos musicales.

Microsoft lucha por un premio mucho más grande que Apple: no sólo Hollywood, sino también los fabricantes de dispositivos periféricos. El DRM de Vista obliga a los desarrolladores de controladores a cumplir todo tipo de reglas para ser certificados; de otro modo, no funcionarán. Y Microsoft habla de extender esto también a los productores independientes de software. Se trata de otra guerra por el control del mercado informático.

Por desgracia los consumidores están atrapados en medio del fuego cruzado. No sólo estamos atados a sistemas DRM que interfieren con nuestros legítimos derechos a realizar un uso justo del contenido que compramos; también lo estamos a sistemas DRM que interfieren con nuestro uso del ordenador, incluso cuando ese uso no tenga nada que ver con el copyright.

No veo al mercado corrigiendo esta equivocación, porque la posición de monopolio de Microsoft le otorga mucho más poder del que los consumidores pueden esperar tener. Podría no resultar tan evidente como Microsoft utilizando su monopolio sobre el sistema operativo para acabar con Netscape y adueñarse del mercado de los navegadores, pero en realidad no es diferente. La garra de Microsoft sobre el mercado del entretenimiento podría reforzar mucho más su posición de monopolio, pero causará un serio daño tanto a la industria informática como a la del entretenimiento. El DRM es malo, tanto para los consumidores como para la industria del entretenimiento: algo que la industria del entretenimiento está sólo empezando a captar, pero Microsoft continúa luchando. Algunos investigadores creen que se trata del golpe final que llevará Windows a la competición, pero yo creo que los tribunales son necesarios.

Mientras tanto el único consejo que yo puedo ofrecerle es que no actualice a Vista. Será difícil. Los acuerdos que ligan a Microsoft con los fabricantes de ordenadores significan que será cada vez más difícil no obtener el nuevo sistema operativo con los nuevos ordenadores. Y Microsoft tiene unos bolsillos lo bastante grandes como para esperarnos a todos si quiere. Sí, algunas personas cambiarán a Macintosh y aún menos a Linux, pero la mayoría de nosotros estamos atados a Windows. Pero aún con eso, si suficientes consumidores dicen no a Vista, la empresa podría escuchar.

Este artículo se publicó originalmente en Forbes.com
(C) 2007 Bruce Schneier para el artículo original y la traducción al español (realizada por José Mauel Gómez para Kriptópolis).

No hay comentarios: