Burbuja y economía real
La fuerte caída de las cotizaciones de las empresas inmobiliarias, las constructoras y los bancos ayer en la Bolsa es un toque de atención a las exageradas valoraciones de algunas empresas en el mercado, pero no puede interpretarse como un pinchazo de la burbuja inmobiliaria, si es que tal cosa existe. Ha pinchado, en todo caso, la burbuja de la burbuja: el reflejo bursátil en las valoraciones de las inmobiliarias de un negocio que ha generado grandes crecimientos como la construcción residencial. Si el ajuste no traspasa la frontera de la economía real, no hay riesgo para la actividad económica. El castigo a las inmobiliarias es contagio directo del desplome de Astroc en unas sociedades con valoración artificial. Pero la réplica en los bancos y las constructoras parece más bien una reacción primaria y de precaución de los fondos extranjeros ante la posibilidad de ajuste en la economía real, que parece difícil que se produzca a medio plazo.
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