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29 mayo 2007

Las dificultades de Acciona y Sacyr marcan el final de las grandes compras con deuda

La era de la liquidez ilimitada para las empresas españolas, de las compras gigantescas a base de deuda, de la financiación ‘sin recurso’ (sin más garantía que las acciones compradas) ha llegado a su fin. Así lo anuncia la revista especializada Risk España en su último número. La razón reside en las dificultades para ‘colocar’ en el mercado los megacréditos concedidos el año pasado a Acciona para entrar en Endesa y a Sacyr para hacer lo propio en Repsol.

Sacyr acaba de anunciar este viernes que ha conseguido cerrar por fin la sindicación del crédito de 5.175 millones para comprar el 20% de Repsol entre 42 entidades. El director de la publicación, Gareth Gore, asegura que esta financiación “ha tenido dos intentos fallidos de cerrar la sindicación general” por culpa de la caída de Repsol en bolsa. Ahora, con la reciente recuperación del valor, ha conseguido colocar la operación, realizada en octubre y noviembre del año pasado.

En cuanto a Acciona, la financiación para su entrada en Endesa, valorada en 8.100 millones de euros, se ha retrasado también debido a lo que los bancos directores describen como “ruido del mercado”, según Risk. “Los bancos participantes han retrasado la sindicación debido a la llegada al mercado de una repentina avalancha de operaciones similares”.

Estos grandes préstamos se sindican entre varias entidades directoras, capitaneadas por Santander en ambos casos. En una segunda fase, estos bancos distribuyen la deuda en pequeñas participaciones entre un amplio grupo de entidades interesadas en participar en el negocio, en un proceso que puede prolongarse varios meses. Y ahí es donde han surgido las dificultades, según Risk.

Las pequeñas entidades consideran estos préstamos “poco atractivos”, ya que deben asumir un riesgo muy alto –al riesgo de crédito de cualquier préstamo hay que sumar el riesgo de caída de las acciones en bolsa- mientras que los tipos de interés de estas operaciones son propios de una financiación con recurso (garantizada con activos del comprador), no sin recurso y, además, tremendamente apalancadas. De ahí que “la operación de Sacyr ha sido revalorada dos veces para responder a la preocupación de los inversores en materia de primas de riesgo/recompensa”.

Para comparar, Telefónica logró un tipo de interés del euribor más 0,35 puntos para comprar O2, en un préstamo con recurso y con la mejor calificación crediticia de nuestras empresas. Sacyr y Acciona han conseguido créditos por debajo de Euribor más 1 punto sin recurso y sin calificación crediticia. “Es un precio para una operación con recurso y éstas no lo son, lo cual no compensa el riesgo que estás corriendo”, según Javier Herrero, director de crédito de Deutsche Bank citado por Risk.

Difícil aportar garantías adicionales

Normalmente, los bancos exigen a las empresas inyectar garantías adicionales si las acciones compradas pierden determinado nivel, algo que estuvo a punto de ocurrirle a Sacyr a principios de año. Sin embargo, si una empresa está a punto de incumplir sus pagos, no suele tener cantidades de efectivo tan grandes disponibles. Además, es muy difícil contratar coberturas, tanto contra el incumplimiento del crédito como contra las bajadas de las acciones, por el pequeño tamaño del mercado español de derivados en comparación con unas operaciones gigantescas. Más tranquilas discurren las aguas por Acciona, ya que Endesa cotiza por encima de su precio de compra gracias a la OPA lanzada por ella misma y Enel.

Risk estima que, en España, se han concedido préstamos sin recurso por 30.000 millones de euros en los últimos 18 meses. Según sus cálculos, Santander, Caja Madrid y Citibank tienen una exposición a la operación de Repsol de 1.000 millones de euros, y Calyon, de 560 millones.

“El futuro del préstamo de margen (sin recurso) en España depende de la operación de Sacyr. Unas grandes pérdidas determinarán el precio y el volumen de actividad en los próximos años”, sentencia Gore. Y añade: “Hasta ahora, las empresas españolas han disfrutado del lujo de pedir prestado a bajo coste y con bajo riesgo, pero esto podría estar a punto de cambiar”.

Mi comentario: Y no digamos ACS, que está igual o peor. Pues como cierren el grifo de las compras, se va a notar... y mucho!!

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